(CON MOTIVO DEL SUCESO DE ASPROMONTE,
LA HERIDA DE GARIBALDI) .
¿Garibaldi preso, Garibaldi herido, Garibaldi vencido. y acusado de rebelde? ¿El genio del buen sentido, el corazón de todos los dolores, el espíritu encarnado de la democracia universal, herido en su cuerpo, atacado en su carácter? ¿El libertador aherrojado, el victorioso vencido, la justicia de su causa pisoteada? ¿Las esperanzas de Italia y del mundo postergadas?, ¿y el satánico concierto de todos los despotismos, dominando con su salvaje coro, la armonía de todas las libertades enlutadas? ¿Es esto cierto? Sí, lo dice el presentimiento fúnebre de nuestro corazón apuñaleado.
¿Es esto posible? Sí, nos dice la historia, mostrándonos el continuado e interminable martirologio de los hombres libres.
¿Está todo consumado? No: nos dice el indómito derecho; no, nos dice la afirmación de la eternidad de la justicia.
¿Cómo saber si ha sido engañado? ¿Cómo saber si ha caído en la celada de un moderno Maquiavelo? ¿Cómo saber si su determinación heroica, ha sido por sí, ante Dios y el pueblo, y a despecho de todas las combinaciones políticas? ¡Juzgadlo, juzgadlo! Su palabra es testimonio de verdad. Si ha sido engañado por la monarquía, ¡ay de la monarquía! Si ha caído en la celada de Maquiavelo, ¡ay para siempre del maquiavelismo! Si su determinación es personal y aislada, ahí tenéis el eccehomo de la humanidad moderna.
Nature might stand up, and say to all the world, T
¿Pero si la muerte se anticipa al juicio? ¡Si en su edad, el contraste moral, la pérdida de su sangre y la de su hijo, y el misterio, nos arrebatan a Garibaldi!: entonces, malditos sean los que han hecho caer a Garibaldi! Si puede hablar y defenderse, si tenemos la felicidad de volver a escuchar su palabra, sabremos que ha sido traicionado o vencido.
Si traicionado, la monarquía se perdió; y es una victoria.
Si no ha sido traicionado, entonces es o no rebelde.
Si es rebelde él aceptará la verdad de su situación, y podrá ser castigado con la pena de los rebeldes.
¿Se le aplicará la pena? Si os creéis con la justicia, aplicadla, magistrados. En estos juicios, en que la legalidad de la tierra combate contra con la legalidad del cielo, la víctima es necesaria Dadnos, pues, esa víctima, dadnos la crucifixión de Garibaldi; y «el sol volverá su luz, y temblará la tierra» y los muertos alzarán sus piedras sepulcrales, para preguntar si la víctima ha redimido al mundo de los vivos y los muertos.
Si Garibaldi ha muerto, (fúnebre presentimiento) la democracia universal celebrará sus funerales.
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